Fue un día completamente normal, en el que me dije voy a dar una vuelta, pero más que nada por inercia, porque tampoco estaba tan necesitado de visitar mi antro de selección. Llegué y me encontré que parecía medio desierto, lo que no resultó lejos de la realidad, como no tenía expectativas no me preocupó… pero bueno, había que hacer valer el precio de la entrada y más que nada divertirme que es el propósito.
Arriba.. la muerte… naaaaaaaaadie. Me senté en la última de las filas, asientos con respaldo a la pared y un hombre grande estaba sentado a butaca de por medio. Saqué y empecé a sacudirla un poco, que el haz de luz que reflejaba justo dejaba notar tamaño y forma de lo que mostraba, entonces este tipo se cambió de asiento y me empezó a masturbar un poco. no se esmeraba mucho, así que me paré y se la acerqué para que chupe un poco. Al momento se paró y seguía masturbándome, lo di vuelta probando cuánta resistencia había y terminé apoyándomelo un poco. Nada, no se inclinaba, no se ponía en posición cómoda, pero un rato me lo garche… como no ponía más onda me puse adelante para que me apoyara y no quiso, excusa perfecta para decirle “flaco, no vale la pena” y me fui.
Me di cuenta que empezaba a llegar un poco más de gente, un par de habitué, que no daban para hacer nada, pero un pelado que siempre comparto un rato ahí estaba, junto al pasillo que da al baño, ahí le manoteé y ya estaba listo para la acción, le dije de ir arriba y obviamente asintió, con este flaco es vuelta y vuelta, me dio, le di, me chupa, le chupo… y ya sacándome toda la ropa lo hago sentar en el banco de parque, se saca los pantalones y bomba bomba patitas al hombro… de-li-cio-so… Me agarró una laguna y no recuerdo porqué fuimos al baño, tal vez me dieron ganas de mear o algo por el estilo, el tema es que ahí en el baño empezamos de nuevo. que te chupo y me chupás y nos damos mutuamente. Nos metimos en uno de los baños, pero no cerramos la puerta, estábamos completamente disfrutando, en lo que cuando llegó otro tipo de unos 50 y se puso a hacer pis no dejó de mirarnos y al palo se puso a manosearse un poco. El pelado le hizo señas de acercarse y al toque me “ordenó” que le empiece a chupar lo cual no me costó porque tenía una pija muy buena. Ahí mismo me siguió cogiendo y me dio vuelta como un trompo para que este nuevo que estaba ahí de remera con rayas blancas y rojas me empomara, yo en ese momento chupándole las tetas al pelado. ya había dos más mirando atrás, pues encima entre que estaba deleitándome ya se me escucharía de la entrada los gemidos. Uno de los dos que estaba ni recuerdo cómo era, el otro uno medio petiso, con pinta como de Chaqueño, diría yo, ja. también linda pija y como el de blanco y rojo se corrió un poco me agarró para darme, eso sí, a éste le gustaba dar profundo y tipo “estocadas”, ya mis gemidos eran casi gritos, nuevamente se turnaban entre el pelado y el petiso. Aún en el baño y con las puertas abiertas inclusive usando parte de donde están los mingitorios se tornó muy caluroso, así que decidimos cortar un rato.
Subí y aproveché a que me chuparan un poco más y de paso había uno medio loquito que le gusta colgarse del balconcito, y usar unas prótesis de tetas (más falsas imposible), al que me acerqué porque es bonito y un poco me lo apoyé. Ahí estaba nuevamente el petiso haciéndosela mamar y me acerqué, cuando dio vueltas al pasivo y se lo empezó a cojer, obviamente aproveché y pedí ponerme en el medio. El pasivo no era muy colaborativo, pero fue lindo sentirme un rato en el medio. Ahí mismo también vi que entró un amigo mío muy buena onda. me senté a descansar un poco y un flaquito justo despachó a una mariquita que es muy malo con el oral y se me acercó cuando estaba yo sentado en el banco de plaza. Me largó todo en la boca, fue entonces que mi amigo se dirigía para agarrar a éste, que justo se iba y el petiso al lado mirando un poco me voy a levantar y el petiso me pone la mano en la pija de mi amigo…que entre nos.. es gorda como mi muñeca y en ese momento la tenía dura. De un movimiento me puso de espaldas a él y comandó de que me deje cojer, medio un poco mientras él me sostenía adelante para que no pudiera zafar, y cuando cortamos un poco me dio vuelta de nuevo para volver con las estocadas, ya a esa altura yo ya estaba casi hasta dolorido. Yo buscaba al pelado para intentar lograr un sanguchito, pero se debe haber ido. El petiso vuelve detrás mío y me empieza a dar nuevamente, pero poco duré… saqué la leche de una semana y tuve el orgasmo grande que pocas veces tuve. Ya cuando se me cerró el culo que no la soportaba más le dije que ya estaba… y además lo necesito sin que se rompa para más acción.
Fui al baño a higienizarme para irme, y ahí el petiso me pregunta si me voy a casa.. yo le contesto “Feliz!”.